En muchos mercados globales, los menudillos comestibles, como corazones, hígados y mollejas, tienen un valor considerable, ya sea para consumo humano o para la industria de alimentos para mascotas. Maximizar el rendimiento y la calidad de estos subproductos es esencial para mejorar la rentabilidad general de una planta procesadora de aves o de carne.
Una vez separados los menudillos de las canales y separados de los despojos no comestibles, se transportan a una zona específica dentro de la planta procesadora de pollos para su posterior limpieza y tratamiento. Los menudillos limpios se refrigeran y se transportan para su envasado o posterior procesamiento.
Este sistema es fundamental en las líneas modernas de procesamiento de aves y aumenta el rendimiento general de los equipos de sacrificio.